viernes, 17 de abril de 2009

PROS Y CONTRAS DEL JUST IN TIME

Con un sistema JIT existe logística, administración de sistema, administración financiera, cadena de abastecimiento eficiente, inventario de volumen de transacciones, calidad y demanda para los productos que deben ser considerados así como que factores exteriores pueden interferir con cualquiera de estos aspectos. Estos requerimientos dictan la necesidad de una buena administración financiera y de negocios. JIT no es posible sin una entrega confiable, distancia cortas entre el cliente o una transportación rápida y un sistema de manejo de materiales, calidad consistente de tal forma que el rendimiento no sea afectado, y la habilidad para responder a las fluctuaciones externas. Dentro de todo esto, cada aspecto necesita ser apoyado para eliminar recursos desperdiciados en los métodos simples. Una de las mayores contras de los sistemas JIT es la consideración de si la reingeniería, la computación y los gastos de administración están valiendo el costo de estimación de ahorros futuros.
De acuerdo a rigurosos estudios que se han realizado, se ha llegado a la conclusión de que entre las principales ventajas de aplicar el JAT tenemos las siguientes: Aumentos del 20-50% en la productividad de mano de obra directa o indirecta; Aumentos del 30-40% en la capacidad de los equipos; Reducción del 30-40% en el tiempo de fabricación; Reducción del 40-50% en los costos por fallas; Reducción del 8-15 % en los costos de materiales comprados; Reducción del 50-90 % en los inventarios; Reducción del 30-40 % en requerimientos de espacio. Del análisis de los casos anteriores, se colige que el JAT bien aplicado elimina costos de actividades que representan grandes desperdicios para la empresa, lo que le permite laborar con mayor eficiencia y eficacia, pero siempre tomando en cuenta la calidad del producto. (Ver casos prácticos al final del capítulo). En las empresas se hace necesario implementar el JAT por dos razones fundamentales: Crisis competitiva Posibilidad de caída de participación en el mercado. En relación a la crisis competitiva y de acuerdo a lo especificado anteriormente, la aplicación de JAT es importante, porque parte de eliminar desperdicios, reduciendo costos y mejorando la calidad. El mercado competitivo que existe hoy, amerita optimizar los recursos de la empresa y una buena forma para ello es el uso del JAT.

jueves, 16 de abril de 2009

LOS CINCO CEROS DEL JUST IN TIME

1. CERO DEFECTOS: los defectos causan excesos de costos e irregularidades que acaban traduciéndose en stocks Uno de los planteamientos del JIT, es hacer las cosas bien a la primera, con ello conseguiremos la calidad deseada y ahorro en costos por concepto de materiales no despilfarrados, ahorro de energia y de horas de proceso hombre- maquina, al no tener que repetir las tareas.

2 CERO AVERIAS: las averías proporciona retrasos y parones en la producción y son una de las causas que hacen que se mantengan stocks. El establecimiento de programas de mantenimiento productivo y la implicación de los operarios en las tareas de entretenimiento y conservación de las maquinas que manejan para las operaciones de producción, hace que las averías se reduzcan al mínimo y en consecuencia no será necesario mantener stocks para cubrir tales contingencias.

3 CERO STOCKS: en toda la cadena logística ya que son un despilfarro, porque suponen tener inmovilizados recursos monetarios, lo que se traduce en un costo para la empresa. Además ocupan espacio y requieren vigilancia, todo ello unido a que ocultan problemas que redundan en una gestión inadecuada y baja productividad para la empresa.

4 CERO PLAZOS: para dar un servicio adecuado al cliente y evitar que se acumulen stocks en algún tramo del conducto logístico. El plazo de entrega es junto al precio y la calidad una de las variables competitivas de los productos de una empresa.

5 CERO PAPEL : El JIT insiste en la búsqueda de la simplicidad . Intenta eliminar en la medida de lo posible cualquier burocracia. Captar y distribuir la información a través de medios informáticos, locuaz ayuda a simplificar notablemente las tareas administrativas.

LA POTENCIA DEL JUST IN TIME

El just in time implica una forma de pensar y razonar los negocios como los procesos productivos. Pensar en términos de just in time significa concentrarse en la detección y eliminación sistemática de desperdicios. De allí la potencia del just in time como sistema que lleva a las empresas a lograr resultados sorprendentes. Basta con decir que las empresas que aplican el sistema en cuestión han logrado niveles anuales en la rotación de inventario de dos dígitos llegando en algunos casos a superar las treinta rotaciones, cuando las empresas tradicionales de occidente oscilaban entre las 2,5 y las 5 rotaciones anuales. Ello se logró reduciendo a su mínima expresión el nivel de inventarios, gracias a reducir los tiempos de preparación y cambio de herramientas, reducir a niveles de partes por millón las fallas en los productos, eliminar las averías, y mejorar el layout en la planta productiva.

Esos notables incrementos en los niveles de rotación redujeron sus necesidades financieras, incrementando al mismo tiempo su rentabilidad.

El sistema que comenzó gestándose en la empresa automotriz Toyota gracias a la visión de Toyoda y Taiichi Ohno, se propago luego a las demás empresas japonesas. A las ideas de Ohno se sumaron los aportes de otros imponentes gestores y consultores de la calidad y la productividad del Japón, como lo son Imai, Ishikawa, Karatsu, Mizuno, y los revolucionarios Taguchi y Shigeo Shingo.

El sistema fue puesto a prueba en cuanto a su capacidad de reacción durante la crisis de 1973/74, época en la cual la mayoría de las empresas y sobretodo las automovilísticas tenían ingentes problemas, provocados ellos por el gran incremento en el precio del petróleo posterior a la Guerra de Iom Kipur. Fue en esa época cuando las demás empresas japonesas tomaron conciencia de la capacidad de lo que dio en llamarse Sistema de Producción Toyota (TPS).

CARACTERISTICAS DE LAS COMPRAS JUST IN TIME

- Cantidades: ritmo estable de producción; entregas frecuentes en cantidades pequeñas; contratos de largo plazo; papeleo mínimo para la entrega; cantidades variables de una a otra entrega pero fijas por lo que respecta a toda la duración del contrato; pocas diferencias de mas o de menos; se estimula a los proveedores para que embalen cantidades exactas y reduzcan sus lotes de producción.

- Calidad: especificaciones mínimas; se ayuda a los proveedores a satisfacer los requisitos de calidad; relaciones estrechas entre el personal de control de calidad de compradores y vendedores; se estimula a los proveedores para que recurran al control de procesos en vez de a la inspección.

- Proveedores: pocos proveedores, en lo posible cercanos; análisis de valor para permitir que los proveedores sean competitivos en precio; agrupaciones de proveedores distantes; operaciones repetidas con los mismos proveedores; concurso competitivo limitado principalmente a los nuevos números de parte; oposición de la fábrica compradora a la integración vertical y a la eliminación consiguiente de las operaciones del proveedor; se estimula a los proveedores para que hagan extensiva la compra JIT a sus proveedores.

- Remesas: programación de la carga por recibir; empleo de transporte propio o subcontratado para consolidar y almacenar la carga.

FASES DE LA IMPLANTACION DEL JUST IN TIME

- Primera fase: poner el sistema en marcha.
- Segunda fase: educación.
- Tercera fase: conseguir mejoras del proceso.
- Cuarta fase: conseguir mejoras del control.
- Quinta fase: ampliar la relación proveedor / cliente.

miércoles, 15 de abril de 2009

LA FILOSOFIA JUST IN TIME

En un sistema Just-in-Time, el despilfarro se define como cualquier actividad que no
aporta valor añadido para el cliente. Es el uso de recursos por encima del mínimo
teórico necesario (mano de obra, equipos, tiempo, espacio, energía). Pueden ser
despilfarros el exceso de existencias, los plazos de preparación, la inspección, el
movimiento de materiales, las transacciones o los rechazos. En esencia, cualquier
recurso que no intervenga activamente en un proceso que añada valor se encuentra
en estado de despilfarros (muda en japonés).

El método JIT no es simplemente otro proyecto más para eliminar despilfarros o
desperdicios. No es simplemente otro programa más para motivar al personal o para
reducir defectos. No es simplemente otro proyecto más de reducción de existencias.
No es simplemente otro método más para reducir los plazos de producción, el espacio
o los plazos de preparación. No es simplemente un proyecto de producción o de
compras. No es en absoluto un proyecto, sino un proceso. No es una lista de cosas
que hacer, sino un proceso que ayuda a establecer un orden de prioridades en lo que
se hace. La finalidad del método JIT es mejorar la capacidad de una empresa para
responder económicamente al cambio. Así, a medida que se reduzca el grosos del
oleoducto, el método JIT señalará y dará prioridad a los estrechamientos que impidan
el flujo y bloqueen la capacidad de la compañía para responder al cambio rápida y
económicamente. Además, una vez que se hacen visibles todos y cada uno de los
estrechamientos, el método JIT fuerza a emprender acciones para eliminarlos,
estimulando con ello el uso del control de calidad total.

La descripción convencional del JIT como un sistema para fabricar y suministrar
mercancías que se necesiten, cuando se necesiten y en las cantidades exactamente
necesitadas, solamente define el JIT intelectualmente. La gente que en las áreas de
trabajo, utilizando sus mentes y ganando experiencia, se esfuerza en las mejoras, no
define el JIT de ese modo. Para ellos el JIT significa podar implacablemente las
pérdidas. Cuando el JIT se interna en las empresas, el despilfarro de las fábricas se
elimina sistemáticamente. Para hacer esto, las ideas tradicionales y fijas ya no son
útiles.

El sistema Just-in-Time tiene cuatro objetivos esenciales que son:

· Atacar los problemas fundamentales.
· Eliminar despilfarros.
· Buscar la simplicidad.
· Diseñar sistemas para identificar problemas.

lunes, 13 de abril de 2009

UN POCO DE HISTORIA

El just in time nació en Japón, donde fue aplicado por la empresa automovilística Toyota que lo empezó a utilizar a principios de los años 50 y el propósito principal de este sistema era eliminar todos los elementos innecesarios en el área de producción (que incluye desde el departamento de compras de materias primas, hasta el de servicio al cliente, pasando por recursos humanos, finanzas, etc.) y es utilizado para alcanzar reducciones de costos nunca imaginados y cumpliendo con las necesidades de los clientes a los costos mas bajos posibles como se ha comentado en la introducción. En una nación pequeña como Japón, el bien más preciado es sin lugar a duda el espacio físico. Por ello, uno de los pilares de la nueva filosofía fue precisamente el ahorro de espacio, la eliminación de desperdicios y, en conclusión, la eliminación de la carga que supone la existencia del inventario.
Además, la historia tiene su propia aportación a la innovación del J.I.T.. Si en la década de los 50 el avance tecnológico y el desarrollo industrial eran propiedad casi exclusiva de los Estados Unidos de América, debido en gran parte a su victoria en la II Guerra Mundial, la cual perjudicó enormemente a la nación nipona, en la década de los 80, esta tendencia se invirtió hacia el que fue su gran enemigo en la guerra, Japón. El avance de la electrónica y otros grandes sectores industriales relacionados con las más florecientes industrias se asentaron en aquel país debido en gran parte a las favorables condiciones económicas y laborales en las empresas niponas. Pero el nacimiento de un gran número de empresas, casi todas ellas relacionadas con los mismos sectores tecnológicos provocó la aparición de una feroz competencia. La lucha por la supremacía mundial se enfocó entonces hacia aspectos que nunca antes habían tenido tanta importancia, La innovación. El gran número de empresas provocó la aparición casi simultánea de productos similares fabricados por diferentes empresas, reduciendo así la cuota de mercado y, por lo tanto, los beneficios. Las empresas debían ser superiores a sus competidoras, y lo debían ser en aquellos aspectos que a nadie antes se le había ocurrido. Las empresas japonesas fueron las primeras en enfocar sus productos e innovaciones en esta dirección. Para ello, debían de ser las mejores en innovación de nuevos productos, pero además debían ser las más rápidas, para evitar que la competencia redujera su margen de beneficios. Pero el avance tecnológico impidió que aumentará la diferencia de tiempo desde que se lanzaba el nuevo producto hasta que los competidores lo “reproducían”. Por lo tanto, se debía buscar un nuevo método para seguir innovando pero aumentando el margen de beneficios. Y precisamente ésta será la filosofía de la innovación que estamos tratando: El J.I.T.. Rápidamente, las empresas que lo implantaron, todas ellas japonesas, consiguieron resolver dos problemas a la vez: la falta de espacio físico y la obtención del máximo beneficio: “ reducción de inventarios y eliminación de prácticas desperdiciadoras”. La primera empresa que implanto este método productivo, Toyota, se convirtió rápidamente en líderes mundiales en su sector. La eficacia del J.I.T. las llevó rápidamente a mejorar y perfeccionar su filosofía, la cual pasó a afectar a todos los ámbitos de la empresa.